miércoles, 9 de mayo de 2012

en el metro





Esta mañana en el metro
la señora de enfrente
nos sonrió,
!qué gratificante me resultó
aquella tímida sonrisa!
yo le correspondí con un
"buenos días",
y nadie más saludó,
... nadie.

La gente, hermética,
entraba y salía
deprisa en cada parada.
Durante cuatro estaciones,
nadie dió los buenos días:
la amabilidad,
ya no viaja en metro.

!Qué triste una sociedad
que no es capaz de levantarse
esbozando siquiera
una tímida sonrisa,
que no es capaz de dar
un gratuito "buenos días"!.

¿A dónde vamos
cargados de tanta prisa
y tanto egocentrismo?