Bésame,
bésame mucho,
que los años dejan arrugas
indelebles y sutiles
como ese viento,
que caduca el olvido.
Bésame,
que cae la noche
y con ella,
resurgen miedos y miserias
y fantasmas del pasado;
humo y niebla,
niebla y humo
y noche.
!Cuántas cosas sucedieron,
cuántas gentes que se amaron,
cuántos sueños que no fueron!.
Llena de arrugas
está mi piel,
y mi alma,
y mis recuerdos.
Pasan...
pasan los años
igual que el viento
que caduca el olvido,
por favor bésame,
bésame mucho.