¿A qué velocidad viajan
mis pensamientos
cuando cierro los ojos
y te deseo?.
Mírame, y por dios
no me pidas calma chicha,
cuando un mar
tempestuoso de sentimientos,
me invade y me recorre
poro a poro la piel.
Ven y naveguemos,
dame tu mano,
y crucemos juntos
el umbral infinito del tiempo.