Naces con un ser
y unas circunstancias...
un día, a una hora,
en un lugar,
naces.
Y vienes, con
un pack ya puesto
que te marca:
una ciudad, un
país, una cultura,
una religión,
un contexto socio-económico,
una familia...
y con todo eso puesto,
vienes a nacer,
con suerte o sin ella
según donde caigas.
!Liberté
Égalité
Fraternité!
gritaron antaño
unos franceses
revolucionando al mundo,
hoy, hace falta
una revolución interior
para sentir de verdad
la libertad, la igualdad y
la fraternidad.
Apretar los dientes,
y creer
-como decía el gran
Tagore-, que algo
maravilloso vendrá,
no importa lo oscuro
que esté el presente.
Aunque,
nada maravilloso sucede
sin que hagamos algo...
yo, no dejo de preguntarme:
¿hasta cuando
estaremos esperando
a Godot?