Ni un árbol,
no crece en mí
ni un árbol,
estoy seca como
un páramo agreste,
sin vegetación ni
matojos,
rala,
y lo poco que anida,
el escaso sustento
de mi alma,
se encarga de
hacerlo morir.
Hoy soy un paisaje
estéril,
volcánico y lunar,
desértico,
dónde ni un árbol
crece, ni un
sólo árbol verde.
Este poema lo escribí hace ya tiempo, por aquel entonces me sentía así: yerma... ya sabeis, contratiempos de la vida, que haberlos haylos, como las meigas, y tod@s, alguna vez, hemos tenido que enfrentarnos a ellos, aunque fueran molinos con alma de gigantes, cual gesta quijotesca. Pero para quitarle un poquito de sinsabor, os dejo este vídeo... a ver, a ver si dais con la peli.
!No me digais que no la habeis acertao!, jajajaja, pero si estaba cantao per favore... millonazo de besitos gordis